La amenaza más grande para el lince ibérico, una especie exclusiva de España y Portugal, es la falta de comida. Los linces se alimentan preferiblemente de conejos, cada vez más escasos, y el cambio de dieta los tiene en peligro.
El científico español Germán Garrote, presidente del Instituto de Biología de la Conservación, lleva años investigando el fenómeno y habló en Bitácora, 21 febrero.